¿Estar expuestos al frío realmente provoca resfríos? Hay dos teorías que pueden justificar esta creencia y parecen completamente lógicas, dado que durante años nuestros padres y abuelos han repetido incesantemente que evitemos los cambios bruscos de temperatura y estar expuestos al frío en invierno.
La primera es que al estar el clima más frío los espacios que frcuentamos se ventilan menos: cerramos las ventanas, puertas y el flujo de aire fresco disminuye, por lo que estamos más propensos a recibir gérmenes de las personas con las que estamos compartiendo el lugar. Esto es claramente menos frecuente en verano, donde procuramos abrir y ventilar más los espacios.
Por otra parte, hay teorías que proponen que cuando estamos expuestos a bajas temperaturas, los vasos sanguíneos de la nariz y la garganta se contraen, y esos vasos son los encargados de distribuir las células blancas que repelen infecciones. A menor cantidad de células en estas áreas, nuestras defensas estarán más bajas por un período de tiempo y por lo tanto la posibilidad de contraer un resfrío es mayor.
Por eso es recomendable seguir las recomendaciones de la abuela: evitar estar desprotegidos al frío y cubrir las vías respiratorias para mantener el flujo sanguíneo constante que nos mantendrá más protegidos contra los virus presentes en el ambiente.
Otra manera eficaz de prevenir las infecciones son nuestras mascarillas antivirales, que te protegen contra varias cepas de influenza que pueden traer pésimas consecuencias para nuestra salud. Es muy recomendable su uso a personas inmuno deficientes, mayores, niños y al visitar centros de salud y lugares demasiado concurridos como el metro.